La vivienda, ubicada en un edificio de 1900, constaba de un pasillo muy largo, alto y ancho, al que iban dando todas las estancias y la última estancia era el salón.
El principal objetivo fue reducir al máximo ese pasillo, incorporándolo a las distintas estancias. 
La cocina se reubicó cerca de la entrada, abierta al pasillo, el comedor ubicado en el ángulo de giro de la vivienda hace de bisagra y se apropia de todo ese tramo de pasillo en L y por último el salón se acercó a la entrada, accediéndose desde el a las habitaciones.
El resultado es una vivienda de tres habitaciones y dos baños, con grandes espacios comunes concatenados, cocina-comedor-salón, que mediante unas puertas de vaivén y una corredera, se pueden ir aislando unos de otros, según las necesidades.